Estos días desaparecido y desconectado en mi casa de Aller
me han servido para dos cosas. La primera, dar un empujón a la casa y hacer
hogar… eso que convierte a una casa en un lugar acogedor. La otra, saber cómo
puede ser mi futuro próximo, apenas tres años. Una delicia. Un lugar de
ensueño, unas terrazas para fumadores geniales, unos culines, paseos entre
bosques y momentos cálidos saboreando el paso del tiempo. Y todo eso, si así ha
de ser, acompañado de la persona que tanto ha hecho para que esta casa sea cada
día un poco más hogar.
Y como muestra, aquí van unas imágenes de lo que ya es ese rincón
de Aller.
Y por supuesto, y por si no lo había dicho… a pesar de todo,
no lograran que dejemos de ser felices.
FELIZ 2012 por mucho
que les pueda pesar a algunos.
Con todo mi Corazón Feliz AÑO
ResponderEliminarDisfruta de tu casa de Aller te lo mereces
besotes
¡Queremos ir!
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