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Relatos
Cortos
Veo
el caballo bebiendo cerca del rio, está solo, es un caballo
impresionante, negro, de un pelaje brillante, muy cuidado, que raro
que esté solo me digo, miro a través de los arboles buscando a su
dueña, ahí está, como cada día bañándose en el rio, esa mujer
con su larga cabellera pelirroja que desde hace días sueño con
ella.
Me
escondo un poco, porque veo que tiene intención de salir del agua,
uhmm...es preciosa, muy sensual con esa manera de andar y como
siempre, está desnuda. Ella ignora que alguien la está viendo, se
acerca al caballo con un cepillo, con intención de peinarle las
crines, adora a su animal, no deja de mimarlo nunca.
Es
una mujer muy atractiva, de piel blanca y salpicada de pecas por
todas partes, el aire mueve su cabello de grandes rizos
caprichosamente, no es una mujer delgada, no, más bien tiene curvas
muy pronunciadas, esas que suelen fascinarnos.
Desde
donde estoy, la veo sonreír feliz, ajena a mi mirada, en el fondo me
avergüenzo de estar espiándola, pero me tiene fascinado, no puedo
dejar de mirar su soltura, su ingenuidad, moviéndose alegremente
sin preocupación de que alguien pueda estar viendo su desnudez,
realmente es una belleza de pechos turgentes, voluptuosa, radiante.,
Me quedo embelesado, boquiabierto, ufff ¿qué es lo que me esta
pasando?
Ahora
veo que deja el cepillo, y se aleja de nuevo al rio, corre los
últimos pasos y se zambulle de cabeza, regalándome la visión de
su sexo antes de caer al agua, luego juega, haciendo flotar su
cuerpo, abriendo y cerrando sus piernas, Dios que visualidad más
perfecta.
Siento
palpitar mi corazón como un adolescente.
Sale
ya del agua, se le ve con intención de marchar, sí, coge su ropa,
la poca ropa que lleva, solo un vestido, que lo pasa por la cabeza y
lo deja suelto en armonía con su cuerpo mojado, se dirige al
caballo, después de acariciarlo por enésima vez, pone el pie en el
estribo y de un salto se sube a la montura.
Suelo
verla llevar su caballo al trote, es un pura sangre autentico, por
lo que cada día debe montarlo y darle un gran paseo que termina
siempre a la vera de este rio, ella cree que no hay mucha gente que
lleguemos hasta aquí, y se siente segura.
Mientras
el animal descansa, ella suele bañarse un rato, ¡¡ es uno de los
mejores momentos en mi día ¡¡ dentro del agua parece que se siente
como un pez. Lo mismo que su caballo, a ella se le ve libre, disfruta
del sol y el agua, su cuerpo desprende una sensualidad
extraordinaria.
Parece
una diosa, con la melena al viento, cabalgando con ese movimiento
sensual. Y el solo hecho, de saber que cabalga casi desnuda, me
proporciona mil sensaciones. Mis ojos recorren su cuerpo de arriba
abajo y en mi cabeza solo hay un pensamiento ¡! la deseo ¡¡
(No
se si me atreveré nunca a hablarle pero su imagen desnuda me
acompañará en mis fantasías)
_Lola_
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