En ese momento, justo siempre a punto de entrar al examen, pensaba en las ganas de que todo aquello terminara. Por momentos se me hacia insoportable la tensión previa. Sabes lo que te sabes, y sabes lo que sucederá si en el examen sale algo de lo que no te sabes. Aun así siempre cabía el factor "mira que si tengo suerte?".
La sensación mas agradable era cuando todo había terminado y te decías... ya esta. Ya no puedo hacer nada mas. Ahora a esperar.
Con la ITV me pasa lo mismo. Tengo por norma ir de primeras. Ya me dirán que cosas no están bien. Después marcho al taller, me lo solucionan y vuelta a que me den el visto bueno. Aun así, ellos ya se encargan de encontrar alguna falta leve para que tu existencia no sea placentera del todo.
Te dan ganas de decirles... oye, que yo solo quiero conducir. No pretendo competir, ni dedicar mi existencia a la mecánica, ni lograr la perfección suma.
El resultado final siempre es el mismo. Ye lo que hai. Quien lo quiera... ahí esta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario