sábado, 3 de abril de 2010

El fuego purificador

Me encanta organizar los turnos de trabajo. Estaban de puta madre organizados. Y gracias a eso esta tarde yo descansaba. En esas estaba cuando el claxon del nissan suena de forma escandalosa en la puerta de casa. Asomo y Milen con cara de acojone me dice:Fede...humo.
Ostias!!! humo? Mientras pensaba eso ya salia y antes de subir al nissan agarre un extintor. Por el camino ya me explica, siempre en búlgaro claro esta, que en el bunga 30 había humo. Para en el deposito del gas. Le grito. Cierro gas y seguimos al bunga. Vaya si había humo. Tanto que ni podía reventar la puerta. Al fin cede pero para poder entrar me quito my sudadera chula y ni aun así. El humo es denso y no se ve ni se puede respirar. De pronto ya no es humo...ya son llamas. Si, llamas como las que vais a ver.

Bueno...al final y gracias a la rápida, si,si, rápida intervención de los bomberos, todo vuelve a la normalidad.


Todo?
Y una mierda!!!! Solo a mi se le ocurre dejar en la barandilla del bunga mi maravillosa sudadera.
Ah. Y con el tabaco en el bolsillo. Vaya putada
Esto es ahora mi sudadera. Suerte que yo no estaba dentro.


Voy a darme un rato al orujo.

2 comentarios:

  1. Esto fué una señal para que dejes el tabaco, el orujo todavia no, espera a la siguiente señal.

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  2. El orujo no lo dejes, que ese también es purificador..... y conservante!!! jeje

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