jueves, 26 de noviembre de 2009

El androide

Desde que recuerdo mi primer ordenador, la imagen siempre es la misma. Un cacharro abierto, con las tripas al aire, dispuesto a una intervención rápida. Eran tiempos de pruebas, de colocar y quitar, de “miraaversiestatarjetagraficafuncionatambiencomodicen”.

Mis ordenadores siguen estando así, con las tapas laterales por el suelo, con algún disco duro por encima de la mesa, con tornillinos rodando entre papeles y por debajo del teclado.

Y de pronto, en uno de esos momentos en que sin poder evitarlo te “miras desde arriba”, me vi igual que mis cacharros informaticos. Como un androide abierto, con las tapas de los días por el suelo, con las sensaciones rodando por la mesa, con los proyectos siempre en borrador amontonados en papeles desiguales en cualquier esquina de la mesa.

Me visualizo como un androide al que nunca nadie se decidió a terminar de montar, un androide “experimental” que sirve para cualquier cosa pero al que nunca se le dio un destino concreto, fijo, estable.

Menos mal que estos momentos duran poco. El tiempo justo para recordar donde puse el orujo.

1 comentario:

  1. entre mis placas de recambio y tus tuercas, vaya dos... Me encantan tus reflexiones, siempre motivan los engranajes de mi cerebro y mi corazón, gracias por "sólo estar" siempre.

    Un beso grande, cielo

    Firmado: La chica "arco-iris" ;-D

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