Este día, que diría un
asturiano, mientras me afeitaba (lo odio) escuchaba en la Ser a una
locutora de Gijón. Decía que deberían creas puestos de funcionarios que fueran planchando
por las casas, por supuesto pagados por el estado.
Me resulta curioso el concepto de “estado” que aún tienen muchas personas, incluidas personas de los
medios que deberían cuidar esas cosas. Hablamos del estado como si fuera una
cosa ajena, un generador de dinero. Y es que, como no vemos salir el dinero que
maneja el estado de nuestros bolsillos, como nadie viene a pedirnos
directamente ese dinero…pensamos que sale así, de la nada.
Pensaba por un instante que sucedería si de pronto dejáramos
de pagar impuestos. Costaría mucho menos el tabaco, la gasolina, el cine, cobraríamos
más porque no habría retenciones, etc, etc.
De pronto alguien se pone malo, y las gentes del pueblo
piensan… deberíamos tener un médico que nos cuidara a todos. Vale, dice el
estado. Yo os, lo mando pero lo pagáis
de vuestro bolsillo. Y así, cada mes, las gentes de pueblo se reúnen y “de su
bolsillo” le pagan al médico.
Un día, las gentes de pueblo vecino no pudieron venir porque
el rio estaba muy crecido. Nos vendría bien un puente, se dijeron. Vale, dijo
el estado. Yo os mando quien lo construya, pero lo pagáis vosotros. Y así, las
gentes de los dos pueblos, cuando el puente se terminó, sacaron de “sus
bolsillos” el dinero que a cada uno le tocaba pagar y pagaron el puente.
A que así daríamos valor al “dinero público”?.
Pues sabéis? Hubo un tiempo en que era así, hasta que…
alguien invento el Estado.
Siempre dije que algunos estaban mejor ciegos de orujo.
Abajo el estado. Viva la autogestión.
Por cierto, el comentarista deportivo de la Ser estuvo rápido
y dijo…oye, el estado somos todos.
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