domingo, 8 de febrero de 2009

Yo y la lluvia(o la lluvia y yo)

Hasta ahora no me había atrevido a deciros que me p_o_n_e la lluvia, y no lo había hecho por miedo a la censura. De hecho, ya veis que separo con rayas, bueno mejor con guioncitos, no vayan a censurarme lo de rayas.
Y es que, las palabras son según quien y sobre quien se emplean. Y si no, a las pruebas me remito. Tomemos el ejemplo de Santa Teresa. Ella podía ponerse, y vaya si lo hacia, a base de comer pan con hongos alucinógenos. Y tanto se ponía que hasta hablaba con su dios. Mírese bien que digo”su”, porque decir Dios seria admitir que solo existe uno. Nada mas lejos de la realidad. O acaso cuando en momentos de esos sublimes... ya sabéis, gritamos, eso si, casi siempre al final –DIOS!!!!!-, le gritamos tod@s al mismo?

Pues eso, que nadie censuraría el termino aplicado a Santa Teresa, si bien será porque en esos casos lo llaman...misticismo
JA!!!!

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