El atún ha muerto... Viva el atún!!!

Por razones que nunca controle o no me intereso o no tenia porque controlar, siempre me he relacionado con gente joven. Es obvio que jamas se me ocurrió hablar de la mili. Y mira por donde, esta tarde me vino al recuerdo lo mejor de la mili.
Eramos un grupo bien avenido y de culturas diversas. Murcianos, andaluces y vascos. Pa que se enteren los sociólogos de turno. Y nos llevábamos de puta madre. Nuestra actividad favorita era jugar a una mezcla entre frontón y pelota vasca, que consistía en darla a una pelota que estaba dura, pero dura, con la mano. Aquellas sesiones nos abrían el apetito, y al acabar nos íbamos a la cantina de la mami, que era la puerta trasera del comedor de cadetes de la AGA (Academia General del Aire) y nos comíamos unos increíbles bocatas de atún con mayonesa que nos costaban cuatro perras. Eso cuando pagábamos, porque uno del grupo era furrier y si el soldado que esa tarde ayudaba a la mami era un poco sobornable, preguntaba aquello tan socorrido de... tu cuando decías que querías que no te pusiera servicio? Somos 4 de atún con mayonesa. Siempre funcionaba!!!
Y todo esto a que viene? Pues viene a que aquellos tiempos llevan camino de desaparecer. Viene a que dentro de nada el “atún” habrá muerto para nuestros bolsillos y sus precios serán prohibitivos. Viene a que el atún esta destinado a sustituir, en precio, al mas caro de los caviares.
Y eso por que? Pues fácil. Eso es porque va a costar una pasta hacer que profesionales particulares, a los que siempre se les llamo mercenarios pero suena políticamente incorrecto, profesionales adiestrados en el uso de armas de largo alcance, a partir de ahora irán acompañando a los pescadores para protegerlos de los piratas. Genial. Que bien. Estupendo.
Paso de comentar nada mas. Pero si alguien quiere saber algo mas sobre todo esto, si alguien quiere dejar de pensar que esto es algo que ha surgido como consecuencia de..., si alguien quiere tener claro que todo forma parte de un esquema organizado y previsto, pues que se lea en sus ratos El informe Lugano, de Susan George.