Hace algún tiempo, en el desarrollo de una charla en el chat, alguien con motivo de un dato que aporte a la charla me dijo: los datos se olvidan, se recuerda lo que se percibe.
El dato era mi edad. Sin comentarios.
Me gusto aquella frase que con mucha frecuencia recuerdo y compruebo lo cierta que es. Pero eso no me hace seguir teniendo cierta animadversión hacia las “frases hechas”, a las que siempre logro encontrarles una enorme carga de tendenciosidad, quiero decir, estoy convencido de que han sido hechas por encargo y con la última y única finalidad de que un grupo de ingenuos llamado humanidad se las terminen creyendo.
En este momento me viene al recuerdo una de ellas, mil veces usadas de forma recurrente.
Veritas liberabit vos - La Verdad os hará libres
Atención humanos de a pie. Ni se os ocurra creer a pies juntillas en esa frase. Y para documentar mi aviso de peligro, un ejemplo al que le saldrán detractores demagogos. Imaginaos unos currantes. Imaginaos que donde deberíais trabajar 8 horas, trabajáis 12. Imaginaos que en vuestro contrato dice “a” cuando en realidad debería decir “b”. Está claro que si os llegáis al jefe a decirle que está incumpliendo el Estatuto de los trabajadores (si, aun sigue en vigor ¿?), si hacéis eso, lo que estáis haciendo es un uso de la verdad. Si?
Pues venga, si tenéis cojones, hacerlo y comprobareis la segunda parte de la frase. Seréis libres… para buscar otro trabajo.
Y por cierto, sirva esto también de aclaración a mi desbarre de hace dos post, por el que alguien me tacho de machista :P.
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Revisaba el historial del navegador (no sé para qué si siempre ando en los mismos pocos sitios) cuando he visto la dirección del blog - entré entonces y hoy repito. Me preguntaste una vez si podías utilizar una frase; por supuesto, tengo más. Y por añadir: ¡qué manía tienen los q se dicen 'legales' en contar la verdad cuando nadie les pregunta.
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