sábado, 20 de noviembre de 2010

Londres... dos dias dan mucho de si

Pateando sin parar, por supuesto. Nuestro segundo día en Londres madrugamos para poder aprovechar, ya que aun quedaba mucho por ver. Preparada la parte física con un monumental desayuno, nos pusimos en camino. Primera visita, Westminster Abbey, que como todos sabéis, es la abadía de Westminster. Por fuera, eh, que a mi las iglesias por dentro me dan yuyu, y por supuesto rara vez he pagado por ver la cara interna de la iglesia. Muy cerquita de allí, el monumental edificio del parlamento, el archiconocido Big Ben. Desde allí, otra vez en bus de dos pisos, nos dirigimos al British Museum. Una parada previa para reponer de nuevo fuerzas, esta vez en un italiano encantador y con un espontaneo como compañero de mesa, en la calle, que es donde se puede fumar.




El paseo hasta el museo resulto agradable. Debo confesar que las calles de Londres me gustaron. Y bueno, del museo no os diré nada. Es tan grande, y tiene tanto dentro...que es mejor que vayáis y lo veáis. Cuando pueda subiré algunas fotos, pero estos chicos robaron por medio mundo y solo allí dentro podría haber pasado tres días haciendo fotos. Eso si, es gratis. Digo yo que sera para que nadie reclame que encima de tener que venir a Londres a ver sus restos históricos, les cobren por entrar.
Como ya le habíamos pillado el gusto a los buses de dos pisos, otro de ellos y a Notting Hill tras los pasos de Julia Roberts y Hugh Grant. Me encanto ese barrio, sus tiendas, su ambiente. Pero un consejo amigos... nunca os toméis un expresso por esta zona. Para ser exactos, nunca os toméis un expresso en Londres. Os servirán esto.

Discutir con la niña del bar o lo que fuera aquello, diciéndole que me había puesto una taza sucia, no me sirvió de nada. Ella se limito a sonreír, forzada...como diciendo...es lo que hay, monin. Pasado el cabreo, mas paseo hacia Bayswater, y allí si. Una maravillosa, refrescante y espumosa cerveza inglesa. Ale. No os acordáis de los crucigramas?.


Y por fin... y siempre dando zapatilla, Hyde Park. Empezaba a caer el día. Bueno, caía el día, nuestra energía, mi equipo de fotos pesaba cada vez mas, pero aun atravesamos el parque, nos recreamos en el, soñamos ser niños con Peter... y ya con las luces de la ciudad, un bus y al hotel. Había que levantarse a las dos de la madrugada, hora londinense, para tomar un avión vía Praha.



Y así, sabiendo como os corroe la envidia, que espero sea verde, de la buena, termina el relato sobre Londres, con la promesa de subir a Picasa un álbum dedicado a detalles de Londres. Gracias por soportarme amig@s

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