jueves, 16 de abril de 2009

Ahora no. No mientras caigo

Siempre me pareció un absurdo querer morir cuando creemos estar en el peor momento de nuestra vida. Que idiotez!!! A partir de ahí solo puede suceder que mejoremos.

En todo caso, querré morir en la cresta de la ola, cuando ya cualquier cosa que pueda suceder sea peor que lo esta sucediendo en ese instante.
Ahora solo quiero caer. Que le den por al culo a la artrosis degenerativa, a la dependencia del tabaco, al postpandrial que no tengo ni puta idea de lo que es, al dolor en la palpación en el epigastrio. Nos ha jodido, no iba a doler. Si casi me saca los dedos por la espalda mi querida medica.
Ahora no quiero ni pienso morir. Solo caigo. Solo quiero caer teniendo conciencia de ello. Sin intentar para nada evitar la caída. Ya lo hice en otras ocasiones, tratando de asirme desesperado a cualquier cosa que aparecía durante el vértigo de la caída. No solo no evite llegar al fondo si no que lo hice con los dedos ensangrentados y rotos.
Ahora quiero rodar sobre mi mismo, caer sintiendo que caigo, como parte de mi, como un momento mas de mi existencia, como otro trozo de mi yo causal. Y cuando termine la caída, quedare en el fondo inerte, como muerto, con los ojos cerrados. Respirando despacio, recomponiendo el escenario hasta abrir los ojos y mirar al borde de arriba. Buscare resquicios donde clavar las uñas y trepar lento, sin prisa.
No hay prisa.

No hay prisa.

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