jueves, 16 de abril de 2009

Las invasiones barbaras


Vivo solo.

Relájate Tao. Me refiero a solo de personas, de compañía humana. Aunque es cierto que tal y como miras a veces y lo cabrón que eres, casi podrías pasar por persona, pero no es el caso. No te des por aludido.

Decía que vivo solo, y como todos sabéis (vaya frase mas comprometedora sobre todo para quien no, no lo sabe), vivir solo va generando “costumbres”y uno se hace rarillo. Resumiendo: que cada día me hago mas humanoginio. Pero... dos veces al año mi soledad se ve arrasada por la visita de mis seres queridos. Claro que si, que aunque yo sea de los que defienden que el roce hace el cariño, y aunque no haya todo el que quisiéramos, son mis hijos y mis nietos. Y los quiero, vaya que si. Otra cosa es que se me ericen las pestañas cuando entro al baño y veo el vaso de “LOS” cepillos de dientes.

Ellos, mis seres queridos, hacen alguna mención solapada a mi “paciencia”, y se que lo hacen con cariño, y si que la tengo y si que puedo perderla en algun momento, pero mis queridos amigos, eso ya es otra historia. Y ahora estoy muy cansado. Han sido muchas rayas para un solo día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario